EL ESCENARIO: Hay jornadas de pesca que te las estudias, te informas, las replanteas y muchas veces no salen bien. Luego están las jornadas exprés, aquellas que las haces por antojo o simplemente como es este caso para aprovechar un engodo que tenía congelado y ni me acordaba de que estaba allí. Limpiaba los cajones del congelador, cuando he visto una bolsa que me sonaba y no sabía de qué? La he abierto y he visto que tenía engodo. Madre mía, por lo menos unos 3-4 meses allí metida. Jajajajajaja... y sí la aprovecho? Terminé la tarea y cogí lo imprescindible para una jornada al feeder y a camino de la laguna del campillo. Simplemente un antojo de que debía ir...Al llegar he visto que la laguna había bajado bastante de nivel, desde mi ultima visita, eso siempre hay que tenerlo en cuenta. Pensé en la cantidad de puestos que conocía y sinceramente no tenía nada claro el tema. Así que me he puesto a andar por la orilla y mirando al agua a ver sí el destino me enviaba alguna señal divina. Después de andar bastante he visto esa señal, carpas saltando en la misma zona. Bueno, pues ya sé donde ponerme. La verdad era una tarea difícil, ya que el campillo es un escenario bastante complicado debido a la irregularidad que tiene su fondo. Grandes desniveles y zonas en que te pasa de 2 a 3 metros de la orilla a un escalón de más de 10 metros. Claro está que los peces los tienen muy controlados y la diferencia de un par de metros puede dar al traste con la jornada. Así que sondeé bien la zona y confirmé que el lecho estaba plagado de una alga muy complicada, el alga filamentosa, es como una nube de pelos muy compacta que te cubre por completo el cebo y es imposible hacer una buena presentación. Así que me tocó estar más de una hora sondeando la zona hasta que encontré unas calvas donde esta alga no estaba presente. Allí he echo un cebadero de unos 10 cebadores y finalmente coloqué la postura. El engodo aunque congelado, olía a queso que daba gusto y tenía mucha confianza en el mismo. Tocaba esperar...LA PRIMERA CAPTURA: El tiempo fue pasando y la actividad que había visto al principio había desaparecido, una hora, dos horas y nada... puffff!! Pues si que está complicado el tema. Tanta paz y tranquilidad me hizo cerrar los ojos un par de segundos (creo) y claro, siempre que no estás mirando, pasan las cosas!! Sólo me acuerdo de despertar sobresaltado con el sonido del carrete cantando!! La caña metida en el agua y el carrete enganchado con la V de la pica!! Menos mal que la había atado a unas raíces como medida de seguridad!! Si no lo hubiera hecho, estoy seguro que la Colmic y el Shimano estarían ahora en el fondo de la laguna. Cogí la caña por puro instinto y empecé a pelear el pez que desde el primer momento ya se había pegado una carrera de más de 30 metros y se estaba metiendo en las espadañas de la derecha. Hubo que forzar un poco para evitar que allí se metiera, siempre rezando que el 0,18 mm aguantara el tirón. Finalmente he podido hacerla cambiar de idea y giró a aguas abiertas. Que buena pelea me dio el bichito!Después vinieron los trámites, pesar la captura, verificar su estado y la tan necesaria liberación. Algún día todos haremos este gesto tan importante para que nuestro deporte tenga sentido. Quizás algún día pueda tener el placer de disfrutar otra vez de sus embestidas y de su carrera en lucha por la vida! Y sí no soy yo, estoy seguro que con mi gesto he brindado esa oportunidad a otro pescador.
EL VIDEO: Algunas imágenes de la jornada.