CARPFISHING - RÍO HENARES

EL ESCENARIO: Ayer una vez más me dirigí al río Henares, para intentar sacar de sus aguas un poco de oro. Debido al confinamiento no me es posible buscar otros escenarios. Pero soy un afortunado, por tener este pequeño río a apenas 20 minutos de mi hogar. Muchos son los que por razones obvias, no pueden satisfacer sus ansias de pesca. Llegué al río un poquito antes del amanecer y he podido ser testigo de la maravilla que es la naturaleza en su estado puro! El río había bajado su caudal pero todavía llevaba mucha, mucha agua. El puesto que en un principio pensaba utilizar estaba impracticable, así que rápidamente me dirigí al puesto de la salida anterior. Sabiendo que ese si estaría en condiciones. Después de un breve paseo para verificar las condiciones del río en otras zonas querenciosas, me decidí en empezar a montar las dos cañas de carpfishing. En apenas 15 minutos ya tenía ambas cañas en acción de pesca. He podido poner las picas donde hace apenas 7 días había más de dos metros de agua. Opté por el mismo cebado de la semana pasada y acondicioné un poco el puesto mientras esperaba la primera picada. Apenas el cantar de los pájaros interrumpía el burbujeo del Henares a su paso por mi puesto de pesca. Entonces he sido sorprendido por uno de esos momentos que solamente se pueden ver en el campo. De un gran árbol que se encontraba a apenas 5 metros del puesto empezó a bajar una figura peluda y sigilosa que me miraba curiosa. Un bonito visón americano!!! Apenas me regaló unos segundos de su presencia, pero fueron suficientes para que yo pudiera inmortalizar el esquivo mustélido.Vaya momento guapo!! Todavía seguí su figura durante unos escasos segundos, pero sin duda son rápidos. Dirigí otra vez mi atención sobre las cañas y allí estaban petrificadas. Puffff... que duro es el Henares. Decidí dar un pequeño paseo a ver se veía movimiento en otras zonas cercanas. Al estar siempre cerca de las cañas raramente pongo las alarmas porque así evito hacer ruido. Y de esta vez esa manía podía haberme salido muy cara!! Al regresar de mí paseo que duró unos escasos 10 minutos verifico que la caña de la derecha está encima de la otra y el puntal metido dentro del agua!!! Menuda carrera me he pegado suponiendo que el pez todavía estaba allí!!! Pero me he dado por feliz que no me hubiera llevado la caña. Entre el mosqueo y la alegría de no haber perdido la caña la volví a poner en acción de pesca, no sin antes verificar que el bajo de línea estaba roto junto al emerillón. Puffff... Diez minutos después tuve la primera picada visible, jajajajajajaaaa... de esta vez había conectado las alarmas y ya no me pilló desprevenido. Después de una buena pelea que me hizo suponer que la carpa era bastante mayor,  he podido posar con una común que pesó 4,500 kilogramos.Nada mal, en este río no irse bolo ya es todo un triunfo!! Volví a colocar la caña en acción de pesca después de liberar la peleona y a esperar, disfrutando del cantar de los pájaros y del silencio de la naturaleza. El tiempo fue pasando sin novedad y llegó la hora de la comida. Apenas había empezado a disfrutar de la tortilla de patata (con cebolla)!! Cuando arrancó de forma brutal la caña de la derecha!! Esa que antes me había dado el susto. Esta captura era mayor, se notaba por el peso. O sería como la otra? Bueno, poco a poco la he ido dejando cansarse hasta que se rendió y me dejó meterla en la sacadora. Era mayor, no mucho pero era una pelota. Después de pesar verifico que tiene 5 kilogramos justos. Otra alegría que me había regalado el río Henares.La cosa no iba nada mal, lo que me hizo suponer que durante la tarde sería muy posible que el río me regalara alguno más de sus tesoros. Pero el tiempo fue pasando y no tuve ni una sola picada más. Sobre las 19.00 recogí el material y me despedí del Henares, deseando que sus aguas calienten un poco más y pueda conseguir alguna captura más...

EL VIDEO: Imágenes de la jornada.

REFLEXIONES: Las cosas siempre pasan, cuando tu no estás.